Las fiestas populares más curiosas

Se trata de una carrera que se celebra cada año en la colina de Cooper, en Gloucester, Inglaterra. Consiste en lanzar un queso de aproximadamente cuatro kilos de peso desde lo alto de la colina. Los competidores se lanzan corriendo a por él, rodando, resbalando, lo que sea, para conseguir coger el queso o ser quien más se acerca a él antes de la meta. El premio: ¡el mismo queso!

¡Qué mejor prueba de amor -por parte del marido o de la mujer- que competir corriendo en una pista de obstáculos el uno sujetando a la otra alrededor de su cabeza! El objetivo es hacerlo en el menor tiempo posible. Este deporte, ahora más extendido, se introdujo por primera vez en Sonkajärvi (Finlandia).

Se trata de un festival en que se exhiben auténticas obras de arte pintadas en un curioso lienzo: el cuerpo humano. Con el tiempo, se ha ido extendiendo a otros países.

El día de la fiesta de la Tomatina, en Buñol no existe más color que el rojo. No acuda vestido con sus mejores galas, ya que saldrá untado, mojado, lleno de tomate, ya que la fiesta consiste en el lanzamiento de tomates, con los posteriores resbalones, caídas, empujones, bromas, etc...

El vídeo lo explica todo. ¡Los monos son los más beneficiados: se ponen como el quico!

Se trata de una competición anual que tiene lugar en el mes de julio en Bognor (Inglaterra), en la que los propios concursantes se fabrican sus artefactos voladores y se lanzan desde una plataforma. Es motivo de un montón de risas, y gana, claro, quien más lejos llega.

Es una fiesta curiosa y original que cada vez se extiende en más ciudades de todo el mundo. No tiene más objetivo que divertirse, sin poder golpear con nada más que la almohada ni atacar a quien no tenga una.