Cosas que hacer cuando no has estudiado para el examen

Sin duda, si después de intentarlo todo aún tienes esperanzas de aprobar, es que tienes mucha fe. Tu última esperanza es rezar (para que el profesor pierda los exámenes...).

Si en 15 minutos has terminado un examen de tres horas, ¡No lo entregues! ¡Nunca! Siempre tienes que esperar a que otro lo entregue para levantarte y no ser el primero en hacer el ridículo. Seguro que después del primero, la mitad de la clase se levantará con la hoja en blanco y podrás salir disimuladamente.

¿Estás delante de un examen tipo test? ¡Has tenido suerte amigo! Intenta crear patrones: A-B-C-D-A-B... y si crees que la respuesta A es la correcta en 10 preguntas seguidas, lo llevas mal... cambia alguna al azar para que no cante tanto. Y sobretodo, no te desanimes, recuerda que ¡has venido a jugar, que el resultado da igual!

¿Te preguntan sobre un tema del que jamás has oído hablar, pero dominas otros parecidos? Pues lo tienes genial para dar un giro a la pregunta del profesor, empieza a relacionando conceptos hasta hablar de algo totalmente diferente, pero hazlo con seguridad y explicando todo lo que sepas. seguro que cae algún puntito por lo bien que te sabías el otro tema, y puedes justificarte con un "no entendí la pregunta".

¿No has ido a ninguna clase en todo el curso? No por eso no te interesa la materia. Siempre tienes el recurso de hacer preguntas al profesor a ver si cae alguna respuesta, o escuchar cuando otros alumnos preguntan por si puedes aprovecharlo.

¿Crees que puedes con ello? Pues pon cara de concentración a ver si te llega alguna idea a la cabeza. Es muy poco probable, pero si sólo piensas abajo de qué puente vas a vivir, seguro que no aprobarás. 

¿Tienes muy poca idea de qué contestar? Pues al menos ponlo bonito: cuida la presentación, haz una letra preciosa y grande, usa la regla... Haz un interlineado grande, que el profesor lo pueda leer claramente y suspenderte sin cansarse la vista.

Si te presentas al examen sin haber estudiado y necesitas aprobar, tienes que agotar todos los recursos. Hay que utilizar la avanzada tecnología de la chuleta: desde escribirte las fórmulas por todo el brazo, hasta poner el móvil dentro de un brick de zumo.

¿Te preguntan por la guerra fría y no tienes ni idea de lo que sucedió? Pues la solución es evidente... A ver cuantas páginas puedes llenar hablando del frío que hizo.

No te queda más remedio amigo, si no tienes no pajolera idea de lo que preguntan, tienes que copiar. ¡Debes copiar! Si te has dejado el sueldo en fotocopias de tus compañeros (que no has tenido tiempo de leer...), pasa a ser cuestión de honor. ¿Te has sentado al lado de los amigos del bar? No ha sido buena idea... Inspecciona el terreno, busca a los empollones y reza para que escriban bien grande. Cuando tengas a la presa escogida... ¡A copiar!
Pero jamás olvides, que si el compañero pone "No lo sé", jamás debes escribir "Yo tampoco", puede cantar un pelín.